Diamantino García Acosta :
"... OYENTE : Buenas tardes en primer lugar agradecerle que esté aquí en Paradas, de vez en cuando necesitamos un poco de sobredosis humanitaria, te quería hacer una pregunta. ¿Es legítimo desde el punto de vista religioso que un pueblo que está oprimido se rebele incluso por medio de la lucha armada contra sus malos gobernantes ?..
DIAMANTINO : Los grandes moralistas de la historia han dicho que contra las dictaduras y opresiones crueles y prolongadas, siempre cabe la posibilidad de que el pueblo se rebele con la lucha justa. De todos modos, soy un gran abanderado de la noviolencia activa. Maharma Gandhi es un lider que me ha dicho mucho, y yo siempre agotaría todos los medios noviolentos para conseguir que se arreglen los problemas estructurales del pueblo. Es cierto que este es un deseo un poco utópico lo reconozco. Y reconozco que a veces no hay más remedio ante las dictaduras prolongadas que actuar según nos han dicho los moralistas de la historia, reaccionar para detener la violencia. Aunque la vida siempre es compleja, las circunstancias nunca pueden exportarse de un lugar a otro. Pero si a mí me tuvieran que decir cuál es el camino y cuál es el acelerador que yo pisaría en la conducción y en la solución de las injusticias, siempre sería la educación del pueblo, la organización del pueblo, y la lucha no violenta activa...."
Entrevista en Radio Paradas. 1992.
(Vídeo gentileza Dª. María del Mar Ríos Aguilar)
D. Esteban Tabares comenta de D. Diamantino García Acosta :
"...En una sociedad azotada y malherida por injusticias, violencias y asperezas de todo tipo, no es fácil sostenerse con el equilibrio interior suficiente para contener el ánimo, frenar la mano y no golpear y herir a los causantes de tanta sinrazón e inhumanidad. Diamantino era de esos, sí de esos pocos convencidos de que la espiral de toda violencia sólo se frena con la noviolencia activa. Porque su personalidad supo fraguarla al calor de un Evangelio ardiente y junto al ardor de un pueblo sufriente. Su "faca afilada" siempre fueron sus palabras y su propia vida a la par, juntas en inseparable coherencia ética...."
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