Área de trabajo 5: “Cultura y formas comunitarias de gestión de los recursos en
Andalucía”. Coordinadores: D. Manuel Delgado. D. Óscar
García.
D. Manuel Delgado :
“Es imprescindible que nos planteemos en Andalucía otra forma de entender la
economía. La economía es una creación de la mente humana; esta economía que
hoy tenemos es un invento del hombre blanco perteneciente a una determinada
élite de poder y del Norte. Todas estas características se unen en el origen de esta
construcción social que, debemos añadir, es una parte de una cultura que algunos
han llamado civilización industrial, es una parte de la cultura del norte.
Esta economía que hoy tenemos es una economía que tiene muchos
inconvenientes. Hasta tal punto que podemos decir que esta manera de entender
la economía, en su funcionamiento e ideología, ha constituido después de más de
200 años de su nacimiento, un enorme fracaso.
Los que se llamaron padres de la economía nos decían que ésta se había
construido con el objetivo de alcanzar la riqueza de las Naciones y 200-300 años
más tarde lo que estamos viendo es que vivimos en medio de un panorama
dominado y ensombrecido por la pobreza y la desigualdad. Nunca hubo una
distancia tan grande entre unos pocos que lo acaparan prácticamente todo y el
empobrecimiento de la mayoría.
Esta manera de entender la economía y su
práctica han generado muchos más problemas de los que ha resuelto.
Y especialmente ha sido un fracaso de una enorme rotundidad para los pueblos del
Sur, para los pueblos periféricos, para pueblos como el pueblo andaluz.
En nuestro caso la economía andaluza, después de un proceso histórico de más de
200 años de inserción, de una integración total en el sistema, hoy tenemos una
economía rota, descompuesta, hoy tenemos una economía que no es capaz de
atender mínimamente a las necesidades de nuestro pueblo.
Hoy tenemos una
economía con los recursos y nuestro patrimonio natural y cultural puesto al
servicio de intereses que están lejos de Andalucía. Por eso no podemos suponer
que insistiendo en esta manera de entender la economía y en este modo de
funcionar de la economía nosotros vayamos a conseguir invertir el proceso.
Tenemos que pensar en otra economía que funcione con otra lógica distinta a esta
lógica imperante de la acumulación de capitales, y en ese sentido es urgente que
nos pongamos a trabajar.
Es verdad que nos hemos quedado sin referencia, afortunadamente diría yo,
quiero decir que las economías del norte hoy son economías que no responden a
un estilo de vida que pueda ser generalizable, que no responden a un estilo de vida
que pueda ser sostenible y yo diría más, no es posible que nosotros aspiremos a
eso, no debemos seguir aspirando a ese modelo porque no es posible, pero
también nos tendríamos que plantear incluso hasta qué punto es deseable ese
modelo que agoniza y que se constituye en contra de la vida de la gente, habiendo
sido nosotros especialmente perjudicados.
Este es un modelo que en el que
podríamos identificar que caben dos papeles: el papel de depredador y el papel de
presa. ¿Merecería la pena aspirar a dejar de ser presa para pasar a ser
depredadores? ¿Es este el papel al que aspiramos como pueblo?
¿Desde dónde podemos los andaluces construir una economía a favor nuestra?
Creo que no tenemos más posibilidades que recurrir a lo mejor que tenemos,
precisamente a nuestro patrimonio cultural, a lo que podríamos entender como
“el nosotros”. Yo matizaría incluso y diría que habría que tener en cuenta
especialmente “el nosotras”. Tenemos bastante que aprender de ese “nosotras”,
colectivo, que históricamente se ha ido fraguando en el sufrimiento, en la
explotación especialmente.
En esta dirección podemos encontrar muchas formas
que se han ido forjando culturalmente a lo largo de nuestra historia y que nos
pueden servir para construir ese futuro que necesitamos. Entre otras, muchas
formas comunitarias de entender la gestión de los recursos. Nosotros somos un
pueblo que tenemos valores culturales, como sabemos, que se oponen a los
valores predominantes en el sistema.
Podemos hacer referencia a una cuestión
muy simple como ejemplo: nuestra concepción del tiempo no responde a la que
predomina en el sistema.
Nosotros no hemos tenido nunca el tiempo de nuestra vida gobernado por el reloj
de la fábrica; nuestro tiempo se ha gobernado más por el trabajo de sol a sol, por
los ciclos naturales, y esto nos ha hecho también diferentes, diferentes en gran
medida hoy y pensando en la construcción de un futuro a favor nuestro, porque
con esa concepción del tiempo tenemos muchas más potencialidades de liberación
que con la concepción que nos dice que el tiempo es oro, es decir, que la vida es
dinero.
Hay muchas figuras, ya como experiencia acumulada, que nos dan a entender que
lo comunitario ha sido construido en la cultura andaluza como un mecanismo de
defensa, y en el taller lo que intentamos precisamente es primero conocer cuáles
han sido esas formas comunitarias de gestión con recursos como el agua, como la
tierra, con temas como la soberanía alimentaria que son temas hoy urgentes para
ponerlos en marcha en una economía que se especializa cada vez más en una
agricultura de exportación y que importa cada vez más lo que nos comemos; algo
que no solamente no nos conviene sino que nos hace un daño enorme porque
contribuye a romper nuestra economía.
Conocer esas formas culturales que nos pueden ayudar a construir el futuro,
intentar identificar a los grupos que están ocupándose de poner en marcha
experiencias desde ese tipo de formas culturales comunitarias, tratar de contribuir
a la articulación y la expansión de esas experiencias, trabajar para ver qué
podemos hacer en esta dirección.
La cuestión está muy abierta; está tan abierta
que todas las sugerencias serán pocas y toda la participación será también poca
para intentar llevar a cabo algo que pueda servirnos”.
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